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Sale del teatro, el frío es insoportable (lo más posible es que lo que la mantenía caliente era la luz artificial de los reflectores).
Se coloca su abrigo, y empieza a caminar, la gente camina a su lado, pero nadie se da cuenta que está ahí, ¿qué pasa? ¿por qué nadie se detiene?, nadie es capaz de mirarla un poco, ¿es miedo? ¿QUÉ ES LO QUE PASA?
Su depresión crece.
Ha llegado a su casa, deja sus cosas en la entrada, pasa por el espejo de la entrada pero lo evita, no quiere ver su rostro descubierto.
Se sienta en una silla y saca el libreto para estudiarlo una vez más. Lo lee varias veces, es tan fácil aprendérselo, ha pasado tanto tiempo estudiándolos que cada vez es más fácil memorizarlos.
Se levanta, necesita tomar una poco de agua, se sirve un poco… ¿Qué ha pasado? No puede ser posible, ha tomado de la misma manera la jarra de agua que su personaje lo haría, es un simple detalle, lo sé, pero es que no es la primera vez y cada vez se han hecho más frecuentes las actitudes de este personaje tomando el control de nuestra actriz.
Cada ves ha sido más difícil dejar el personaje en las tablas, siempre la obliga a que lo lleve con ella, lo peor de todo es que los libretos ya le han colocado mucho peso sobre su corazón haciendo que ahogue sus sentimientos verdaderos, ya poco queda de su realidad, muy poco.
Es inevitable, corre al espejo, necesita verse, necesita saber que aun está ahí. Todo está perfecto, es ella, aun está. Es mejor que vaya a la cama así descansará del peso del día.
Hermosos sueños les pido que se hagan cargo de ella háganla violentar la realidad para ir a un mundo que ella desee y no el personaje.
Todo está listo, al parecer nada va salir mal, ella mira de arriba hacia abajo los grandes telones que esconden su figura. Late muy rápido su corazón, los nervios intentan dominarla pero como gran actriz puede controlarlos, después de tantas obras ya esto era cosa fácil. Después de todo ya es una experta en el arte.
Las cortinas empiezan abrirse, ella da un suspiro y con esto le avisa a su mente que todo va comenzar, escucha los aplausos de su público y luego lo detalla bien, retrocede un poco, pero nadie se da cuenta de su acato de miedo. ¡Oh señor que público tan aterrador sus sonrisas macabras advierten que las críticas no serán nada bueno, aunque ella de su mejor actuación.
Abre su boca para decir su primer dialogo, todo ha comenzado, nadie se da cuenta de quien es realmente, ella se transforma por completo en la princesa de la obra la protagonista aquella que todo el mundo admira, que niños inocentes sueñan ser como ella. Típico este caso de querer ser la “protagonista tonta”.
Se queda en silencio, un dialogo se ha escapado de su memoria,- apuntador dónde estás necesito de tu ayuda! - dice esto con una mirada pero nadie la lee porque están más preocupados en ver la danza de su cuerpo y su perfecta actuación.
Su apuntador le a dado el pie; ¡uff! no hay nada de que preocuparse todo sigue perfectamente, al parecer ha sido una de las mejores actuaciones.
Ha terminado la primera escena. Va a su camerino y se sienta en su tocador, levanta su mirada y se ve en el espejo, se quita la máscara que cubría la mitad de su rostro y luego se quita un poco de exceso de maquillaje. Siente ligero no sólo su rostro, también su alma, pero lamentablemente no durará mucho, la próxima escena, donde ella sale será pronto, así que vuelve a maquillarse, se coloca su máscara y ensaya por ultima vez la sonrisa en el espejo antes del acto.
Ya le han dado su pie para su dialogo así que sale por ultima vez a escena….ya pronto será el final, el final que tanto esperaba para deshacerse de ese personaje. Está cansada, espera el ultimo dialogo, ¡listo! Ah terminado su actuación, miles de aplausos se escuchan.
Los aplausos es lo único que la hace seguir adelante, la energía que necesita el personaje para continuar.